escena realista cuidado ancianos personas mayores 23 2151231423

Cuando Cuidar Nos Agota: El Desgaste Emocional y la Necesidad de Cuidarnos

Cuidar de alguien es un acto de amor profundo, pero también puede desgastarnos emocionalmente. En nuestra entrega, muchas veces olvidamos que también necesitamos cuidado. Con el tiempo, el agotamiento se acumula en noches sin dormir, preocupaciones constantes y la sensación de que el descanso nunca llega.

Ser cuidador es una tarea incesante, llena de emociones intensas, pensamientos abrumadores y, en ocasiones, una profunda sensación de vacío. Es un reto constante, un estado de alerta que se intensifica aún más cuando la enfermedad de la persona a quien cuidamos es terminal o degenerativa. Comparar los distintos roles dentro del cuidado sería injusto, ya que cada experiencia es única y todas las emociones que surgen en el proceso son reales y válidas.

Recuerdo aquellas noches interminables en las que el cansancio nos vencía. Mi esposo y yo llegamos a creer que no podríamos soportarlo más, pero en los momentos más oscuros, mi abuelita Zoila nos transmitía una luz bendita, recordándonos que Dios nos acompañaba en la prueba. Siempre fue así: cuando uno desfallecía, el otro alentaba; y cuando ni el primero ni el segundo podían más, era el tercero quien sostenía la carga. Y si ninguno de los tres tenía fuerzas, la fe y el amor nos impulsaban a seguir.

La importancia de atendernos a nosotros mismos

El mayor aprendizaje que me dejó esta experiencia es que, como cuidadores, debemos escuchar a nuestra mente, a nuestro cuerpo y a nuestras emociones. A menudo creemos que podemos con todo, o simplemente sentimos que no tenemos opción—ya sea porque somos hijos únicos o porque las circunstancias no nos permiten delegar responsabilidades. Pero la realidad es que, si no buscamos ayuda y no nos cuidamos, terminaremos siendo nosotros quienes necesiten atención médica.

Existen cuidadores que, a pesar de haberse cuidado, viven con secuelas físicas y emocionales. Otros, lamentablemente, han fallecido antes que la persona a quien cuidaban. Este desgaste es la consecuencia de todo lo que hemos ignorado: el cansancio acumulado, el estrés crónico y la falta de autocuidado.

¿Te has sentido así?

Uno de los mayores obstáculos para el autocuidado es la culpa. Pensamos que, si nos detenemos, algo malo pasará. Pero la verdad es que, sin descanso, nuestra salud también se deteriora.

Cuidarnos no es egoísmo, es una necesidad.

 

 

 firma nuria Mesa de trabajo 1