En CISMENTAL, ofrecemos atención psicológica integral para adultos, enfocada en el tratamiento de trastornos de ansiedad, depresión, estrés postraumático, problemas de pareja, y dificultades en las relaciones interpersonales. Nuestros profesionales utilizan enfoques terapéuticos como la TCC, la terapia de aceptación y compromiso (ACT) y la terapia centrada en soluciones, personalizados según las necesidades del paciente.
Estudios recientes muestran que hasta un 15% de los adultos en Honduras han experimentado algún trastorno de salud mental, y muchas de estas personas no reciben el tratamiento adecuado. En CISMENTAL, trabajamos para brindar un entorno seguro donde los adultos puedan explorar sus emociones y desarrollar estrategias de afrontamiento. Se adaptan los tratamientos según las necesidades individuales Ayuda a los adultos a lidiar con el estrés y las dificultades cotidianas. Trabajamos para mejorar las habilidades de comunicación y resolver conflictos. Existen diversos problemas y trastornos psicológicos que comúnmente afectan a los adultos y que requieren atención psicológica especializada. Estos problemas pueden impactar la salud mental y el bienestar emocional de las personas, así como su capacidad para desenvolverse en las áreas laboral, familiar y social. A continuación, se describen los problemas más comunes que ameritan atención psicológica para adultos: Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Las personas con TAG experimentan una preocupación excesiva y constante sobre diversas áreas de su vida, como el trabajo, la salud o las relaciones. Esta ansiedad suele ser desproporcionada y difícil de controlar, lo que afecta su funcionamiento diario. Trastorno de pánico: Se caracteriza por ataques de pánico repentinos e intensos, acompañados de síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, dificultad para respirar y miedo a perder el control. Estos ataques pueden ocurrir sin previo aviso y generan miedo a que vuelvan a ocurrir. Fobias específicas: Son miedos irracionales y excesivos hacia objetos o situaciones específicas, como alturas, volar en avión, espacios cerrados o animales. Trastorno de ansiedad social: También conocido como fobia social, se refiere a un miedo intenso y persistente a situaciones sociales en las que la persona teme ser evaluada negativamente o sentirse avergonzada. Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): Se caracteriza por pensamientos intrusivos y repetitivos (obsesiones) y conductas compulsivas (rituales) realizadas para aliviar la ansiedad causada por esos pensamientos. Ejemplos de compulsiones incluyen lavado de manos excesivo, contar objetos, o verificar repetidamente si las puertas están cerradas. La depresión es uno de los trastornos del estado de ánimo más comunes en los adultos. Se manifiesta como una sensación persistente de tristeza, pérdida de interés en actividades que antes eran placenteras, fatiga, insomnio o exceso de sueño, cambios en el apetito, y pensamientos recurrentes de muerte o suicidio. La depresión mayor es una forma grave de depresión que afecta el funcionamiento diario y puede durar semanas, meses o más si no se trata. Distimia (trastorno depresivo persistente): Es una forma menos grave de depresión, pero más duradera, donde los síntomas de tristeza y desánimo persisten durante al menos dos años. Insomnio: Es la dificultad para conciliar el sueño, mantenerlo o despertarse demasiado temprano. El insomnio puede estar relacionado con el estrés, la ansiedad, la depresión o el estilo de vida, y afecta significativamente la salud física y mental. Apnea del sueño: Aunque es un trastorno de origen físico, la apnea del sueño interrumpe el descanso y puede generar problemas de ansiedad y depresión. Trastornos del ritmo circadiano: Ocurre cuando los patrones de sueño están desalineados con el reloj biológico del cuerpo, lo que afecta el rendimiento diario y la salud emocional. El TEPT puede desarrollarse después de que una persona experimenta un evento traumático, como un accidente grave, abuso, violencia, desastres naturales o la muerte de un ser querido. Los síntomas incluyen recuerdos intrusivos del trauma, pesadillas, evitación de situaciones que recuerden el evento, hipervigilancia y sentimientos de culpa o vergüenza. Las personas con TEPT suelen experimentar dificultades para llevar una vida normal debido a la intensidad de los síntomas. Anorexia nerviosa: Caracterizada por una restricción extrema de la ingesta alimentaria y una distorsión de la imagen corporal, lo que lleva a una pérdida de peso peligrosa. Bulimia nerviosa: Implica episodios de ingesta excesiva de alimentos (atracones) seguidos de conductas compensatorias como vómitos autoinducidos, uso de laxantes o ejercicio excesivo. Trastorno por atracón: Las personas con este trastorno experimentan episodios de atracones de comida sin conductas compensatorias, lo que a menudo provoca un aumento de peso y sentimientos de culpa o vergüenza. Estrés laboral: El estrés relacionado con el trabajo es una de las principales causas de problemas de salud mental en adultos. La presión laboral, la falta de control sobre las tareas, las largas horas de trabajo y la falta de equilibrio entre la vida laboral y personal pueden provocar ansiedad, fatiga emocional y síndrome de burnout. Síndrome de burnout (agotamiento profesional): Se refiere a un estado de agotamiento físico y emocional relacionado con el trabajo, que afecta la motivación y la productividad. Las personas con burnout suelen sentirse desmotivadas, agotadas y con una actitud cínica hacia su empleo. Trastorno límite de la personalidad (TLP): Se caracteriza por inestabilidad emocional, impulsividad, relaciones interpersonales caóticas y un temor intenso al abandono. Las personas con TLP pueden experimentar cambios bruscos de humor y comportamientos autodestructivos. Trastorno narcisista de la personalidad: Se manifiesta como una necesidad excesiva de admiración, falta de empatía hacia los demás y un sentido exagerado de la importancia personal. Trastorno antisocial de la personalidad: Se caracteriza por un patrón de comportamiento que viola los derechos de los demás, manipulación, falta de remordimiento y comportamiento impulsivo. Conflictos de pareja: Los problemas de comunicación, la infidelidad, los desacuerdos sobre la crianza de los hijos y la falta de intimidad emocional o física son problemas comunes que llevan a las parejas a buscar terapia. Problemas familiares: Las tensiones dentro de las relaciones familiares, incluidos los problemas con los hijos, padres o hermanos, pueden afectar significativamente el bienestar emocional. Dificultades para establecer o mantener relaciones saludables: Algunas personas experimentan dificultades para confiar en los demás, establecer límites o manejar conflictos en las relaciones. Alcoholismo y abuso de drogas: El consumo excesivo de alcohol o drogas puede llevar a problemas graves de salud física y mental, así como a dificultades en el ámbito laboral y social. Las personas con estos problemas a menudo requieren intervención psicológica para abordar tanto la adicción como las causas subyacentes, como la depresión o el trauma. Dependencia de medicamentos: En algunos casos, los adultos pueden desarrollar dependencia a medicamentos recetados, como analgésicos, ansiolíticos o somníferos. Trastorno de deseo sexual hipoactivo: Es la falta persistente de interés en la actividad sexual, que puede estar relacionado con factores psicológicos como el estrés, la depresión o conflictos de pareja. Disfunción eréctil: Aunque tiene componentes físicos, la disfunción eréctil puede estar influenciada por factores psicológicos como la ansiedad de desempeño o problemas emocionales dentro de la relación.. La pérdida de un ser querido puede desencadenar un duelo prolongado y no resuelto, que afecta gravemente la capacidad de la persona para reanudar su vida normal. El duelo no resuelto puede manifestarse como tristeza profunda, aislamiento social, falta de interés en la vida, e incluso síntomas físicos. El tratamiento temprano y adecuado de estos problemas es fundamental para mejorar la calidad de vida, prevenir el agravamiento de los síntomas y evitar que los problemas psicológicos afecten negativamente otras áreas de la vida. La terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia interpersonal, el psicoanálisis y la terapia de pareja y familiar son algunas de las intervenciones utilizadas para abordar estas problemáticas.
Además, muchas veces los problemas psicológicos no solo afectan al individuo, sino también a su entorno familiar y social. Por lo tanto, el apoyo psicológico integral permite una mejor gestión de los desafíos emocionales y una mejora significativa en la calidad de vida del adulto.
Beneficios clave
Enfoque personalizado
Desarrollo de estrategias de afrontamiento
Mejora de las relaciones interpersonales
Importancia de la atención psicológica en adultos